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Reciclaje de agua en grandes industrias

Publicado por Sebastián Gabler en

El reciclaje de agua se ha convertido en una práctica esencial para grandes industrias alrededor del mundo. Con el crecimiento continuo de la población y la demanda de recursos hídricos, las empresas deben encontrar maneras sostenibles de utilizar y conservar el agua.

Si quieres saber cómo contribuir con la causa sostenible, sigue leyendo para entender la importancia del reciclaje de agua en grandes industrias, las tecnologías empleadas, así como los beneficios ambientales y económicos.

¿Qué es reciclar agua?

Reciclar agua es el proceso mediante el cual las aguas residuales, que han sido utilizadas previamente en diversas actividades humanas e industriales, son tratadas y purificadas para ser reutilizadas.

Se hace por medio de la eliminación de contaminantes físicos, químicos y biológicos, lo que permite que el agua recuperada cumpla con los estándares de calidad necesarios para su nuevo uso.

Reciclar agua es una estrategia muy usada en áreas donde el agua dulce es escasa, porque ayuda a conservar las fuentes naturales y reduce la carga sobre los sistemas de tratamiento de aguas residuales y disminuye la contaminación ambiental.

También hay una motivación monetaria porque genera ahorros económicos significativos para industrias y comunidades al reducir la necesidad de extraer y tratar agua nueva.

Reutilización del agua en empresas al por mayor

Para reciclar agua al por mayor se necesitan procesos y tecnologías avanzadas para tratar y reutilizar las aguas residuales generadas en sus operaciones, es una solución económica y sostenible para la gestión de los recursos hídricos.

En industrias como la manufactura, la agroindustria y la producción de bienes de consumo, el reciclaje incluye también la reutilización de aguas grises (provenientes de lavabos, duchas y procesos de limpieza) y aguas industriales (usadas en procesos de enfriamiento, lavado de productos y generación de vapor).

Las tecnologías utilizadas pueden variar desde sistemas de filtración y osmosis inversa hasta tratamientos biológicos y químicos.

El agua reciclada puede ser utilizada para una variedad de propósitos dentro de las instalaciones, como el riego de áreas verdes, la limpieza de equipos y vehículos, e incluso en procesos de producción donde la calidad del agua lo permite.

¿Qué beneficios tiene reciclar agua en empresas al por mayor?

Reciclar agua en empresas al por mayor, como aquellas que distribuyen dispensadores de papel higiénico y otros productos de higiene, presenta una serie de beneficios tanto operativos como ambientales. Estos son algunos de los principales:

  • Reducción de costos operativos: Al reciclar agua para usos como la limpieza de las instalaciones o el proceso de fabricación, las empresas pueden reducir la necesidad de comprar agua potable, lo que se traduce en ahorros significativos en las facturas de agua.
  • Mejora en la sostenibilidad ambiental: Implementar sistemas de reciclaje ayuda a las empresas a reducir su huella hídrica, contribuyendo a la conservación del recurso y a la protección del medio ambiente.
  • Cumplimiento de normativas ambientales: Las empresas pueden cumplir con las regulaciones ambientales locales y globales, lo que refuerza su imagen de responsabilidad corporativa.
  • Aumento de la eficiencia operativa: Utilizar agua reciclada para tareas como el lavado de vehículos, equipos o el riego de áreas verdes optimiza los recursos y mejora la eficiencia general de la operación empresarial.
  • Mejor imagen ante los consumidores: Las empresas que implementan prácticas ecológicas atraen a clientes más conscientes del medio ambiente, lo que les otorga una ventaja competitiva en el mercado.

Tipos de reciclaje del agua

El reciclaje de agua abarca diversos tipos y métodos, cada uno adaptado a las necesidades y características específicas del agua residual y su destino final. Los principales tipos de reciclaje de agua incluyen:

Aclaración

Es un tipo de reciclaje que consiste en la eliminación de partículas sólidas suspendidas en el agua, logrando así su clarificación, proceso fundamental en el tratamiento de aguas residuales y aguas industriales, y se lleva a cabo mediante varios métodos que incluyen la sedimentación, flotación y filtración.

En la sedimentación, las partículas sólidas se dejan decantar naturalmente al fondo de un tanque, donde son posteriormente retiradas. La flotación, por otro lado, utiliza burbujas de aire para llevar las partículas a la superficie del agua, formando una espuma que se elimina fácilmente. Finalmente, la filtración pasa el agua a través de medios porosos, como arena o carbón activado, atrapando las partículas restantes.

La aclaración es útil para la prevención de la contaminación y garantizar que el agua reciclada sea segura para su reutilización en diversas aplicaciones, como riego agrícola, procesos industriales y, en algunos casos, incluso consumo humano tras un tratamiento adicional.

Tratamiento físico - químico

El tratamiento físico-químico aborda tanto las impurezas sólidas como las disueltas que no pueden ser removidas por métodos simples de filtración o sedimentación. Entre los métodos químicos involucran la coagulación, floculación, precipitación y desinfección.

En la coagulación, se añaden coagulantes químicos para aglutinar partículas finas en partículas más grandes, facilitando su remoción. La floculación es el proceso subsiguiente, donde las partículas coaguladas se agrupan en flóculos más grandes mediante agitación suave.

Estos flóculos luego pueden ser retirados por sedimentación o flotación. La precipitación química se utiliza para convertir contaminantes disueltos en sólidos insolubles que se pueden separar físicamente. Finalmente, la desinfección, mediante el uso de cloro, ozono o radiación ultravioleta, elimina microorganismos patógenos para que el agua tratada sea segura.

El tratamiento es esencial para la protección del medio ambiente y la salud pública, ya que elimina contaminantes que podrían ser perjudiciales si se liberan en cuerpos de agua naturales o si se reutilizan sin tratamiento adecuado.

Filtración

La filtración es utilizada para remover partículas sólidas y algunas sustancias disueltas, mejorando significativamente la calidad del agua tratada. Emplea diversos medios filtrantes, como arena, grava, carbón activado, membranas y textiles, cada uno seleccionado según el tipo y tamaño de las impurezas presentes.

En los sistemas de filtración de arena, el agua pasa a través de capas de arena y grava que retienen partículas suspendidas, mientras que los filtros de carbón activado son efectivos para eliminar compuestos orgánicos y cloro, mejorando también el sabor y olor.

La filtración por membranas, que incluye procesos como la microfiltración, ultrafiltración, nanofiltración y ósmosis inversa, es altamente eficiente en la eliminación de microorganismos, virus y contaminantes disueltos, proporcionando un agua de alta pureza.

La elección del tipo de membrana depende de la naturaleza de los contaminantes y el nivel de pureza deseado, y es común que se utilice en el tratamiento de aguas residuales industriales, agua potable y en la preparación de agua para uso en procesos industriales delicados.

¿Cómo se recicla el agua?

El reciclaje del agua tiene diferentes procesos, y puede ir de lo simple a lo complejo pero abarca todos los ámbitos e industrias, incluso algunos hospitales y centros de salud están implementando sistemas de reciclaje de aguas grises, como aquellas provenientes de los lavabos utilizados para el lavado de manos, para su reutilización en aplicaciones no potables.

Pero veamos cuáles son las prácticas más usadas para el reciclaje.

Recoger agua de lluvia

El reciclaje a través de la recolección de agua de lluvia comienza con la instalación de sistemas de captación en techos y superficies impermeables, donde se instalan canaletas y tuberías que dirigen el agua de lluvia hacia un sistema de almacenamiento, como cisternas o tanques.

El agua recolectada puede ser utilizada para diversas aplicaciones, como riego de jardines, limpieza de exteriores, e incluso para consumo humano, después de pasar por un adecuado tratamiento de filtración y desinfección.

Para garantizar que sea segura para su uso, se necesita realizar una adecuada limpieza del sistema de recolección y un tratamiento adecuado antes de su almacenamiento, que empieza por la instalación de filtros para remover hojas y otros contaminantes, y la desinfección para eliminar bacterias y otros microorganismos.

Además de ser una fuente gratuita y renovable, la recolección de agua de lluvia reduce la dependencia de fuentes de agua potable y disminuye la escorrentía, ayudando a prevenir inundaciones y la erosión del suelo.

Reunir las aguas grises

Las aguas grises, aunque contienen algunos contaminantes, no son tan sucias como las aguas negras provenientes de inodoros. El proceso de reciclaje de aguas grises comienza con su recolección mediante sistemas de tuberías dedicadas que separan este tipo de las aguas negras.

Una vez almacenada en un sistema de cisternas o tanques, se pueden tratar mediante filtración y otros métodos de purificación.

Una vez tratadas, pueden ser reutilizadas en diversas aplicaciones, reduciendo la demanda de agua potable y aliviando la presión sobre los sistemas de tratamiento residuales, muy útil en áreas con escasez de agua, ya que promueve el uso responsable de los recursos hídricos.

Poner platos en las macetas

El proceso consiste en colocar platos o bandejas debajo de las macetas, lo que permite recoger el exceso de líquido que se escurre de las plantas después de regarlas. En lugar de que se desperdicie, se retiene en el plato, creando una pequeña reserva que las plantas pueden volver a utilizar a medida que lo necesiten.

Es un método que sirve sobre todo para plantas en macetas que requieren riegos frecuentes, ya que pueden absorber el agua residual a través de sus raíces, evitando el desperdicio.

Además de optimizar el uso del agua, también ayuda a mantener la humedad en el suelo, evitando que las plantas se sequen rápidamente, reduciendo la necesidad de regar continuamente, lo que es beneficioso en zonas donde el recurso es limitado.

Es importante asegurarse de que los platos sean vaciados periódicamente para evitar la acumulación de agua estancada, lo que podría generar problemas de hongos o insectos.

No botar el agua del aire acondicionado

Los aire acondicionados, especialmente los modelos industriales, generan una cantidad significativa de agua a medida que extraen la humedad del aire para enfriar los espacios. En lugar de permitir que se desperdigue, el resultante se puede recolectar en un recipiente o tanque y reutilizar en diversas actividades.

El proceso de captación implica simplemente conectar una manguera a la salida del sistema de drenaje del aire acondicionado, lo que permite redirigir el agua hacia un sistema de almacenamiento.

Aunque el agua condensada del aire acondicionado no es apta para consumo humano sin un tratamiento adecuado, su reutilización en aplicaciones secundarias ayuda a reducir la demanda y a minimizar el desperdicio.

En este contexto, empresas como Tork, líderes en productos de higiene y limpieza, desempeñan un papel clave al promover prácticas sostenibles. En Tork no solo encuentras soluciones como toallas de papel y servilletas, que cumplen con altos estándares de higiene, sino que también estamos comprometidos con el respeto al medio ambiente, utilizando materiales reciclados y procesos de fabricación responsables que contribuyen al cuidado del planeta.

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